Es evidente que la evolución de la especie ha traído consigo importantes y valiosos avances … bueeeno a lo mejor no es tan evideeeente … en fin, piense el lector lo que guste. Yo a lo que iba es a que con todos esos avances el ser humano ha perdido en algún caso esa frescura del principio a la hora de ponerles nombre. Se dan algunos casos en que de hecho el nombre no tiene nada que ver con el objeto nominado, sirva de ejemplo “volante” para describir la rueda con se maneja la dirección de un coche: es obvio que no vuela. Otras, son más acertadas en principio, pero se pierde la relación con su nombre a la hora de llevarlas a la práctica, y ahí es a donde yo quería llegar.
Convendrá el lector que, aunque en su momento la intención fuera la que reza en el cartel, el desarrollo deja bastante que desear. Vamos, que limpio, lo que se dice LIMPIO ...
El caso es que se supone que uno, como buen ciudadano, debe separar sus basuras y depositarlas en contenedores específicos de cada tipo de residuo. Bien por la idea, aunque yo diría que la separación de basuras debería ser a cargo de las empresas que se lucran con el tema y no del ciudadano que las paga. Digamos que si una máquina es capaz de separar automáticamente dos huevos que se diferencian en tan sólo unos gramos, será capaz de separar materiales que no tienen nada en común. Además, tampoco dan muchas facilidades. A veces los contenedores, si existen, están tan lejos que a uno le entran ideas de mandar la basura por correo. En el caso de la imagen están en las afueras de la ciudad de forma que, al parecer, quedan demasiado lejos hasta para la empresa encargada de recogerlos.
Con Dios.