miércoles, 30 de enero de 2008

Amor al arte

Vengo estos últimos días hablando con algunos compañeros de trabajo sobre “el amor al arte”. Como es lógico, cada cual aporta su opinión y las hay para todos los gustos, pero hay algo en lo que estamos todos de acuerdo: cada vez se hacen menos cosas “por amor al arte”.

Reflexionando sobre el particular, me he acordado de una anécdota reciente muy significativa.

Hace unas fechas, terminando ya el año 2007, cierto día por la noche, serían más o menos las 21:00 h, llamaron al timbre de mi casa. Era una vecina a la que yo apenas conocía de saludarnos en los inevitables cruces. La señora tenía un problema y es que se le había ido la luz. Habiendo comprobado con otros vecinos que ellos no tenían problema con el suministro eléctrico, se preguntaba si yo, como presidente de la comunidad de vecinos, tenía idea de a qué se podía deber el corte.

Yo, como presidente, no tenía ni idea, pero sí por mi experiencia profesional anterior. Le comenté que, con toda probabilidad, el fusible de protección de su contador, se habría fundido.

¿Y ahora qué hago? ¿A quién llamo? – preguntó la señora con preocupación.

Primero, vamos a ver si ha sido esa la causa o no – dije yo.

Fuimos al cuarto de contadores, comprobé el fusible y certifiqué su defunción.

Tendré que llamar a la compañía – me dijo con tono desvalido.

No se preocupe – le contesté – aquí al lado hay un almacén de suministros industriales que igual aún está abierto. Me acompaña, compramos otro fusible y yo se lo coloco, porque si llama a la compañía, amén de que van a tardar bastante, le cobrarán 60 € por la historia.

Es que tengo a los niños a medio cenar. Mejor le acompaña mi marido – me dijo.

Llamó a su marido y nos fuimos al almacén, que, por suerte, estaba abierto aún. Yo comenté al vecino que mejor pagaba yo porque en ese almacén no venden sino a profesionales y a mi me conocían.

Es que yo no tengo más que un billete grande – me dijo.

No se preocupe que yo llevo. Ya me lo dará otro día – le contesté.

Así fue como por poco más de euro y medio veinte minutos más tarde, mis vecinos tenían su instalación eléctrica a pleno rendimiento.

Desde entonces, no he vuelto a saber nada de ellos, ni del euro y medio, por supuesto. Tampoco me va a sacar de pobre un euro y medio, de modo que la anécdota cayó en el olvido.

La cosa es que hace unos días, me crucé con el vecino y a mi “hola” el buen señor miró para otro lado, con muy poco disimulo, y ni me contestó.

Ahora, querido lector, si es usted de la opinión de que el que suscribe es giliflautas de solemnidad, deje un comentario en ese sentido. No se lo tomaré en cuenta, ya que seremos al menos dos de esa opinión.

Con Dios.

29 comentarios:

esteban lob dijo...

Caray, no se trata del Euro y medio.

La cantidad es pequeña, pero la cara dura de aquellos vecinos...es del porte de un elefante.¡¡

En Chile diríamos "Qué patudos".

Antonio Olives dijo...

Vd. no lo sabía pero estos señores, en la sombra, pero oposición al fin y al cabo, no tardarán en organizarle una moción de censura con aquello de ¡vallase sr. Presidente!. Lo más terrible es que mientras usted andaba a vueltas con el fusible la señora se estaba terminando de cenar a los niños (que por lo visto estaban a medio cenar).

Evinchi dijo...

Aún encima de que los vecinos son bastante burros e inútiles (por diox, un fusible, eso hasta sabe hacerlo mi cuñao que no sabe ni ponerle fieltros a las patas de las sillas), maleducados y con morro.

Claro, claro, ese es el tipo de gente que siempre va con billete grande, ande o no ande.

Usted es un caballero mi capitón, eso es gentuza. Ole por usted.

Muaaaaaaaaaaaaaas.

Paula Cejas dijo...

Y bue, la gente es desagradecida!

Mire que con mi padre, en un acto de bondad le pasamos la television por cable a los vecinos (conexion trucha muy comun en argentina) y ellos ni siquiera saludan!


Gracias a quien ven cinecanal? eh? eh?

Sol dijo...

Yo creo que ese señor cada vez que le ve a usted se acuerda de que no le ha devuelto el dinero ni las gracias.
En vez de reaccionar de forma natural y aprovechar la coyuntura del encuentro para hacerlo, se deja llevar por la verguenza propia de no haberlo hecho antes, así le retira el saludo del corte que le da.
De lo que no se da cuenta es que así, su verguenza crecerá, tanto como su pequeño sufrimiento por no haber sido una persona honorable, y le perseguirá de por vida, hasta que lo solucione, y además, habrá perdido la inestimable futura ayuda de un vecino.

Yo le miraría con compasión... "pobre... miedica..."

LA MUNTONÁ dijo...

La próxima vez ya sabrá Ud. lo que tiene que hacer... aunque conociendole estoy casi seguro que volverá a hacerles un favor por la patilla a esos señores... seo sí esta vez un poco a regañadientes sabiendo cual va a ser su pago... DESAGRADECIDOS

Patri dijo...

No cariño, puedes estar tranquilo, desgraciadamente es el pan de cada día....

Besotes cielo

eclipse de luna dijo...

Cara mas dura la de tus vecinos...
Un besito y una estrella.
Mar

TheJab dijo...

Usted hizo lo que haría casi cualquiera.

Sus vecinos volverán a hablarle cuando nuevamente se queden sin corriente eléctrica por causa de un fusible.

Nadie dijo...

Realmente, Capitán ... ¡qué caraduras!
No es que uno haga un favor esperando la gratitud eterna del otro, pero al menos esperamos que tengan la amabilidad de saludar.

¿Creerán que es su obligación suspender su propia cena para arreglarles el fusible?

Garfio dijo...

Esteban, en efecto, no es el euro y medio. Ni siquiera que no agradezcan el servicio. En realidad tampoco fue tanta cosa. Lo que me confundió fue que no devolviese el saludo. Digo confundió, porque ni siquiera me enfadó ... me sorprendió.

Antonio Olives, mire, eso sí que sería un gesto. Porque estoy del "cargo" hasta ...

Evinchi, siempre con billete grande ... pues sí.

Poliss, ahí está la cosa. No es que no te agradezcan, que a mi, por otra parte, hasta me da cierta vergüenza ... es que ni saludan.

Sol, el suyo es un enfoque que yo no le había dado. Desde luego, tiene sentido. Pero vaya, que el episodio le persiga de por vida, a lo mejor es demasiado ... o no.

Antonio (La Muntoná), pues mire, creo que a estos no les voy a hacer nada más ... nada. Es probable que, si me evitan el saludo una vez más, ni eso.

Patri, pues sí. Lamentablemente. Besotesssss.

Mar, más que cara dura, yo creo que poca humanidad. Acuso recibo del besito y la estrella y reciba usted lo propio. Gracias.

TheJab, por si se volviese a dar el caso, les tendré preparado el número de teléfono de la compañía eléctrica.

Nadie, yo desde luego, no espero nada de gratitud, ni cosa por el estilo. Ya digo que me da cierta cosa cuando la gente me agradece lo que sea. Sinceramente, no hay de qué. Si no quisiera, no lo haría. Pero mire, eso del saludo, me llegó a lo más profundo, lo reconozco.

Alucard dijo...

Y ahora además hay que soportar descortesías. Francamente, y con toda certeza se podría afirmar que actualmente ayudar al vecino, no es sino motivo para que le vean la cara y le tomen el pelo. Coincido en que, al menos el saludo debe ser devuelto, por mera cortesía, el ofrecer una disculpa por el adeudo, creo, sería pedir ya demasiado. Como diría mi viejo, no es el dinero, sino la acción del que lo debe.

Anónimo dijo...

La verdad que es decepcionante ese tipo de actitudes (y no es por el euro y medio ni por el tiempo que uno ¿perdió?), sino por el simple hecho de pensar que a la larga este tipo de comportamiento, hace que mucha gente se suscriba al tan famoso "no te metas".
Pero ¿Sabés algo? Creo yo hubiera hecho lo mismo (me refiero a que si pudiera ayudar, ayudaría)y que, a pesar de esto, si me necesitara alguien en una situación similar volvería a ayudar... qué se le va a hacer.
Saludos

Gentleman dijo...

"el comedido , sale jodido" eso decia mi abuela!, yo que usted le corto el agua! ahi van a volver al presidente!! je je je

Garfio dijo...

Alucard, pues sí. Lo cierto es que algunas personas al final intentan tomarte el pelo.

Minerva, bienvenida a bordo. En efecto, yo también seguiré haciendo lo que, al fin y al cabo, es lo correcto: si sé de alguien en un apuro, le echaré una mano. La torpeza de algunos no debe suponer un cambio en mi forma de ver las cosas. Pero, desde luego, este tipo de actitudes le hacen reflexionar a uno.

Gentleman, las abuelas, supongo que su experiencia, saben lo que hay. Lo de cortarles el agua ... jejeje ... jejeje ...

Elvira Carvalho dijo...

Garfio, me desculpe amigo, tenho andado com o tempo tão curto que nem tenho tempo de visitar os amigos.
Quanto aos vizinhos, é sempre assim. Quando não havia TV cabo no Barreiro, meu irmão, (que vive só para os outros, pois nunca conheci ninguém assim) foi comprando parabólicas e instalando por cabo, os canais em toda a rua, e até algumas pessoas da rua seguinte. Chegou a ter 14 parabólicas. E fazia tudo sem cobrar nada, nem material, nem sinal, nem trabalho.
Pois acredita que a maior parte dos vizinhos, logo que se apanhavam com o sinal, deixaram de lhe falar?
Eu costumo dizer, que se escolhe tudo desde que nascemos, menos vizinhos. Você muda de trabalho, de cidade de país. Mas adianta mudar de vizinhos? Quem sabe os próximos são piores ainda.
Um abraço, e se aí houver o costume de brincar o carnaval, divirta-se.

MonikaMDQ dijo...

Caraduras, asi les llamamos acá, como adjetivo "suave" porque desde luego se les puede llamar de otras formas pero son mas ...agresivas digamos.

Es que mucha gente está como el mundo, muy mal. Como decís vos, no es el Euro y medio, es el gesto de desagradecido lo que molesta, porque hay que ser claros y sinceros: eso molesta. Lo que pasa que uno/a no puedo andar por la vida vengándose de estas cosas y las deja pasar, pero bien que vendría como dijeron por ahi cortarles el agua!!

Pero asi está el mundo, nos lo tenemos que comer asi y, desgraciadamente no siempre está a punto de cocción...

besotes

Elvira Carvalho dijo...

Prémio no Sexta-feira.
Um abraço

Unknown dijo...

qué poca vergüenza y qué poca educación!!! a ver si un dia "por arte de magia" se les funde el susible otra vez, hombre...!

Ya estoy de vuelta por la blgosfera! Un besote. Angie.

Patri dijo...

Estooooo.... te dejé un regalito en mi blog, espero que te guste. ^_^

Besotessssssssssss

Mer dijo...

Este sr. no le devolvió el dinero ni le agradeció el hecho en su momento por lo que ahora le da vergüenza. Lo peor de estas cosas es que son como una bola de nieve y por no haber hecho algo tan sencillo llegarán a ser enemigos de escalera.
Un saludo,

Fujur dijo...

en todas las calles crecen invéciles. Ya se sabe, lo engreido de algunos les hace negar no sólo el favor sino también su reconocimiento. Igual el hombre es enfermo-celoso y por eso te acompañó él... creyendo que su mujer le iba a poner cornamenta contigo... no sería el primer caso en el que sucede algo parecido jeje ;-)

C dijo...

Hola capotán!
La verdad es que me indigna el obrar de sus vecinos, esas actitudes me molestan enormemente...pero después de que se me pasa la indignación usualmente siento paz por haber obrado de buena fe y buen corazón.

El problema lo tienen ellos, no Usted.

Siga siendo generoso, pero no más con esos vecinos capitán.

Cariños miles,
caro

C dijo...

Nota: perdón por los errores de tipeo, ando a mil!
Un beso,
C.

Garfio dijo...

Elvira, pues es cierto. No se puede elegir a los vecinos y, claro, de todo tiene que haber. Saludos.

Monika, así, así es el mundo. Por supuesto y afortunadamente, no todo el mundo. De hecho, quiero creer que no son mayoría ... ¿o sí?

Elvira, obrigado. Ahora paso por su bló.

Angie si tal cosa sucede por el arte que sea y saben contar, que no cuenten conmigo. Me alegro de tu vuelta. Me da que has salido de una acumulación de trabajo masIVA.

Patri, ahora mismo voy para allá. Gracias.

Mer, no, no es para enemistarse, al menos por mi parte. Es más una decepción.

Fujur, no soy yo lo que se dice un conquistador, ni por estilo, ni por presencia, de modo que si fue por lo de la potencial cornamenta, desde luego está enfermo ... y grave.

Caro, en efecto. Al final lo que queda es la sensación de al menos uno ha actuado correctamente. No se preocupe por los errores, yo tengo que escribir las cosas dos o tres veces de tanto corregir. Cuidado con los pumas.

Anónimo dijo...

Hay que ver Capitán!

Lamento romperle el molde.
Conociendole como creo conocerle, permitame decirle,como usted aventuró, que es usted giliflautas.
Casi como yo o más.
Es lo que tiene "EL AMOR AL ARTE".
Usted repetiría tal situacion 3 veces.
Ojo, he dicho 3 cuando literariamente hubiese quedado mejor 100.
No se preocupe, hoy en dia 3 ya es "AMOR AL ARTE" en toda regla.

Anónimo dijo...

Desde luego no es época para Robin Hood, ya no es el euro y medio como dicen los bloggeros, pero al menos gracias y la pregunta de rigor ¿qué te debo?, aunque sean sólo las gracias. ¡¡¡ Es increíble que después de molestarte, bajar a la tienda y comprar el fusible, el tal señor no quiera acordarse del detallazo!!!. Claro al final esta gente quiere que seamos todos iguales que él (¿insensibles posiblemente?) o quizás le hubiese molado que le clavaran 60€ del ala, haber puesto el culo y después, como un gilipollas, dar las putas gracias por haber esperado al electricista de la compañía. En fin, que algunas personas son así, quiero pensar que tiene amnesia y no recordaba nada del asunto. Por tu parte creo que actuaste bien. Como el dicho, haz el bien y no mires a quien. Pero creo que tendrás que recordar su cara para no repetir favores a quienn no los merece. Por mi parte "Chapó" tu actuación.

Garfio dijo...

Pié de Rey (o calibre) ¿cómo no voy a permitirle? Bienvenido a bordo (aunque lo de pié de rey y lo del molde me hacen pensar que usted ya ha estado por aquí). Y, si efectivamente es usted quien creo que es (ya sabe: eco-alpha- etc., etc...) me conoce usted y sabe que sí ... que me temo que lo volvería a hacer. Reconozco que a este individuo, me costaría más. Pero vaya, si está en un apuro ... lo dicho: giliflautas perdido.

Xafi, ya le he dicho a Pié de Rey, que no sé ... igual volvía a caer. Además, usted ya me conoce.

Pepe Castro dijo...

Como decían Gomaespuma: "Esos estásn en este mundo porque tiene que haber de todo".
Enhorabuena por la parte que le toca.

Radio La Ortiga