Justo enfrente de mi casa, está el hospital general. En su momento, las autoridades municipales ubicaron una parada de taxis al lado de la entrada principal para uso de los visitantes a la institución médica. Hasta ahí, todo correcto.
La cosa es que se trata de la entrada principal al recinto hospitalario, no al hospital propiamente dicho, de tal forma que hay que recorrer una explanada desde la entrada al recinto, hasta la entrada al edificio. La explanada en cuestión, no es muy grande, pero para un enfermo o alguien con dificultad para desplazarse, resulta algo penosa. Las autoridades parece ser que se dieron cuenta y habilitaron una parada de taxis dentro del recinto, con el fin de que el acceso a un taxi fuese posible desde la entrada al edificio. Hasta ahí, también todo correcto.
Pero yo no sé si por falta de presupuesto o por qué, se dejaron la parada de taxis exterior. La coexistencia entre el hospital y una zona residencial densamente poblada, hace que el aparcamiento sea uno de los problemas importantes. Como es lógico y en vista de que NUNCA ha habido un taxi en la parada de fuera, la gente empezó a aparcar en esa zona. Pasaron unos años hasta que la Policía Local se dio cuenta. A partir de ese momento las incursiones de la grúa municipal hicieron auténticos estragos, para general cabreo de visitantes y residentes. No había apelación posible: frente al hecho tácito de que los taxis no utilizaban la parada, se encontraban las señales que prohibían estacionar ahí.
Para sorpresa de propios y extraños, hace un mes más o menos, quitaron la parada … ¡y ya está!
¿Por qué eliminaron la parada? Porque no valía para nada, estaba claro que los taxis no la utilizaban. Pero es que estaba claro desde el principio. ¿No podían los agentes haber tenido en cuenta que un coche estacionado ahí no molestaba a nadie y que la parada era un error? Pues no, no lo hicieron. Cientos de coches fueron arrastrados por la grúa y sus propietarios tuvieron que ir a por ellos al depósito municipal que está a las afueras de la ciudad (en el otro extremo), amén de pagar 150 € entre multa y arrastre.
Bien, hechos como éste hacen que la gente se desconcierte. No tengo nada que decir de los cuerpos de seguridad. Hacen una gran labor para que los ciudadanos tengamos un cierto orden, labor que a veces no es justamente valorada. Pero claro, después hacen este otro tipo de actuaciones y la gente empieza a echar pestes de la policía.
Estos agentes, a mi modesto entender, están para facilitar la vida ciudadana, no para ejercer de mercenarios. A veces sus actuaciones resultan brillantes y salvan vidas. Otras veces actúan como robots programados, sin criterio alguno.
Hay una leyenda negra (que algún familiar de agente de policía me ha confirmado) según la cual tienen un cupo de multas y si no lo cubren, pierden no sé qué extra que les incluyen en la nómina, es decir si no multan a X ciudadanos en su jornada laboral, se entiende que no trabajan.
Una vez más, las administraciones públicas degradan con sus mamarrachadas la labor de unos funcionarios que, quiero creer, realizan su cometido con buena fe.
Con Dios.